Cuando contemplamos la evidencia, observamos que existen numerosas consideraciones fisiológicas, anatómicas y psico-emocionales para que empecemos a plantearnos seriamente la noción de que somos aptos para consumir carne.
Los datos expuestos abajo, basados princimalmente en el trabajo de T.C. Fry, nos harán reflexionar acerca de la noción impuesta que nos quiere hacer crer que el animal humanio sea biologicamente carnivoro u omnivoro.
Tabla comparativa: Fuente http://www.arcoirisuniversal.org/salud_natural.html#Vitamina_B12
Humanos vs Carnívoros
La siguiente es una lista de algunas de las principales diferencias entre animales humanos y carnívoros.
Andadura. Los humanos tenemos dos manos y dos pies y caminamos erectos. Todos los carnívoros tienen cuatro pies y se desplazan utilizando cuatro patas.
Colas. Los carnívoros tienen colas, a diferencia de los humanos.
Lenguas. Los animales carnívoros tienen lenguas rasposas, todas las otras criaturas tienen lenguas lisas.
Garras. El hecho de que los humanos carezcamos de garras, hace que rasgar la piel o la carne de otro animal sea extremadamente difícil. Nuestras uñas son mucho más débiles y planas en comparación a las garras de los carnívoros.
Pulgares. Nuestros pulgares oponibles convierten nuestras manos en instrumentos perfectos para recoger fruta en cuestión de unos pocos segundos. La mayoría de las personas considera que coger una fruta de un arbol no requiere gran esfuerzo, y que es un movimiento natural. Las garras de los carnívoros también les permiten atrapar su presa en cuestión de segundos. Con nuestras manos desnuda no podríamos atrapar ni rasgar piel y tejidos de ningún animal de la forma en que lo hace un león, un gato o cualquier otro animal carnívoro. Por el contrario, ellos con sus patas no podrían recoger mangos o plátanos sin esfuerzo como lo podemos hacer nosotros.
Descendencia. Los humanos solemos tener un hijo a la vez. Los carnívoros suelen tener camadas.
Cólon. La superficie arrugada de este órgano en el humano es bastante diferente a su diseño liso en los carnívoros.
Intestino. Nuestros intestinos miden aproximadamente 12 veces la longitud de nuestro torso, por un largo total de aproximadamente 9 metros. Esto permite la lenta absorción de azúcares y otros nutrientes solubles de la fruta. Por el contrario, los intestinos de un carnívoro miden sólo 3 veces la longitud de su torso. Esto es necesario para evitar la descomposición y putrefacción de la carne mientra esté transitando en el sistema digestivo del animal. Los carnívoros dependen de secreciones extremadamente ácidas para facilitar la rápida digestión y absorción de su comida natural, en su corto aparato digestivo. Aún así, la putrefacción de las proteínas y la rancidez de las grasas son evidentes en sus heces.
Glándulas mamarias. Las múltiples tetillas de los carnívoros difieren de las dos glándulas mamarias de los humanos.
Sueño. Los humanos pasan en vigilia y activos, aproximadamente dos tercios de cada ciclo de 24 horas. Los carnívoros duermen y descansan entre 18 y 20 horas al día, en ocasiones hasta más.
Tolerancia microbiana. La mayoría de los carnívoros puede digerir microbios que serían mortales para los humanos, tal como aquellos que causan botulismo.
Sudoración. Los humanos traspiramos a través de poros en la piel, repartidos por todo nuestro cuerpo. Los carnívoros sudan exclusivamente a traves de su lengua.
Visión. Nuestro sentido de visión responde a la necesidad de distinguir la fruta madura de la inmadura a distancia. Los carnívoros no tienen la capacidad de ver en el mismo espectro de colores que nosotros, su visión suele ser limitada a una menor gama de colores.
Tamaño de la porción. La fruta se presenta en la naturaleza en porciones que responden facilmente a nuestros requerimientos alimenticios. Cabe en nuestras manos y unas pocas piezas de fruta son suficientes para una comida, sin dejar desperdicios. Los carnívoros comen típicamente al su presa entera cuando la cazan.
Tomas de líquidos. Cuando necesitamos beber agua, podemos succionarla con nuestros labios pero no podemos beberla a lengüetadas. Las lenguas de los carnívoros les permite recoger agua cuando necesitan beber.
Placenta. La placenta humana es de estilo discoide, mientras que los carnívoros tienen placentas zonales.
Vitamina C. Los carnívoros producen su propia vitamina C. Para nosotros, la vitamina C es un nutriente esencial que debemos obtener de nuestros alimentos.
Masticación. Nuestra habilidad para moler nuestra comida es única entre los consumidores de plantas. Los carnívoros no tienen movimientos laterales en sus mandíbulas.
Fórmula dental. La mamalogía (estudio de los mamíferos) utiliza un sistema llamado “fórmula dental” para describir el órden de las piezas dentales en cada cuadrante de la mandíbula de un animal. Esta fórmula hace referencia al número de incisivos, caninos y molares en cada uno de los cuatro cuadrantes de la boca. Empezando desde el centro y moviéndose hacia afuera, nuestra fórmula, y la de la mayoría de antropoides, es 2/1/5. La fórmula dental para los carnívoros es 3/1/5-a-8.
Dentadura. Los molares de un carnívoro son puntiagudos y cortantes, los nuestros son planos para moler comida. Nuestros dientes caninos distan mucho de los colmillos de los carnívoros, y nuestros grandes incisivos sirven perfectamente para hacer incisiones en alimentos no muy duros, como los vegetales, mientras en los carnívoros los incisivos son de un tamaño muy reducido.
Tolerancia a la grasa. Los humanos toleramos adecuadamente solo pequeñas cantidades de grasa, mientras los carnívoros prosperan con una dieta alta en grasa.
pH de saliva y orina. La saliva y la orina de todas las criaturas vegetarianas, incluidos los humanos (sanos), es principalmente alcalina. La saliva y orina de los animales carnívoros tiene un pH ácido.
pH de la dieta. Los carnívoros basan su dieta natural en alimentos que producen residuos metabólicos ácidos, mientras que tal dieta es perjudicial para los humanos, propiciando un amplio abanico de enfermedades. Los alimentos vegetales producen residuos metabólicos alcalinos en nuestra especie.
pH del ácido estomacal. El pH del ácido clorhídrico producidos en los estómagos humanos oscila entre 3.0 y 4.0, y puede llegar a una acidez extrema de 2.0. El ácido estomacal de los carnívoros se encuentra normalmente en un pH de entre 1.0 y 2.0. Siendo la escala de pH logarítmica, esto significa que el ácido estomacal de un carnívoro es al menos 10 veces más fuerte que aquel de un humano, y puede llegar a ser 100 o hasta 1.000 veces más acido.
Uricasa. Los carnívoros secretan una enzima llamada uricasa para metabolizar el ácido úrico de la carne. Los humanos no poseemos la capacidad de secretar esa enzima y por lo tanto tenemos que neutralizar el ácido úrico utilizando nuestros minerales alcalinos, principalmente el calcio. Los cristales resultantes de urato de calcio son una de las múltiples consecuencias del consumo de carne, contribuyendo a la aparición de gota, artritis, reumatismo y bursitis.
Enzimas digestivas. Nuestras enzimas digestivas son perfectas para una eficaz digestión de la fruta. Producimos ptialina (también conocida como amilasa salivar)—que empieza el proceso digestivo de la fruta en la misma cavidad bucal. Los animales carnívoros no producen ptialina, al contrario producen enzimas para disolver las proteinas (esa es la causa de que las mordeduras de perros y gatos se infecten tan facilmente, su saliva destruye nuestros tejidos). La proporción enzimática digestivas es completamente diferente.
Metabolismo del azúcar. La glucosa y fructosa de la fruta son el combustible de nuestras células, sin que su metabolización requiera un sobreesfuerzo al páncreas (a menos que consumamos una dieta alta en grasa). Los carnívoros no metabolizan facilmente los azúcares y son susceptibles a diabetes y demás desordenes metabólicos si consumen una dieta alta en hidratos (cereales, frutas).
Flora intestinal. Los humanos tenemos colonias bacterianas de varios tipos (flora) viviendo en nuestros intestinos, que son muy diferentes de aquellas encontradas en el aparato digestivo de los animales carnívoros. Las bacterias que se encuentran en ambos intestinos, tal como los lactobacilos y e. coli, se encuentran en proporciones diferentes.
Hígado. Los carnívoros tienen hígados proporcionalmente más grandes que los humanos en comparación con el tamaño de sus cuerpos.
Limpieza. Somos la especie más "cuidadosa" cuando se trata de la limpieza de nuestro alimento. Los carnívoros son los menos quisquillosos, y consumirán tierra, insectos, materia orgánica, y lo que se encuentre a contacto con sus presas.
Los datos expuestos abajo, basados princimalmente en el trabajo de T.C. Fry, nos harán reflexionar acerca de la noción impuesta que nos quiere hacer crer que el animal humanio sea biologicamente carnivoro u omnivoro.
Tabla comparativa: Fuente http://www.arcoirisuniversal.org/salud_natural.html#Vitamina_B12
Humanos vs Carnívoros
La siguiente es una lista de algunas de las principales diferencias entre animales humanos y carnívoros.
Andadura. Los humanos tenemos dos manos y dos pies y caminamos erectos. Todos los carnívoros tienen cuatro pies y se desplazan utilizando cuatro patas.
Colas. Los carnívoros tienen colas, a diferencia de los humanos.
Lenguas. Los animales carnívoros tienen lenguas rasposas, todas las otras criaturas tienen lenguas lisas.
Garras. El hecho de que los humanos carezcamos de garras, hace que rasgar la piel o la carne de otro animal sea extremadamente difícil. Nuestras uñas son mucho más débiles y planas en comparación a las garras de los carnívoros.
Pulgares. Nuestros pulgares oponibles convierten nuestras manos en instrumentos perfectos para recoger fruta en cuestión de unos pocos segundos. La mayoría de las personas considera que coger una fruta de un arbol no requiere gran esfuerzo, y que es un movimiento natural. Las garras de los carnívoros también les permiten atrapar su presa en cuestión de segundos. Con nuestras manos desnuda no podríamos atrapar ni rasgar piel y tejidos de ningún animal de la forma en que lo hace un león, un gato o cualquier otro animal carnívoro. Por el contrario, ellos con sus patas no podrían recoger mangos o plátanos sin esfuerzo como lo podemos hacer nosotros.
Descendencia. Los humanos solemos tener un hijo a la vez. Los carnívoros suelen tener camadas.
Cólon. La superficie arrugada de este órgano en el humano es bastante diferente a su diseño liso en los carnívoros.
Intestino. Nuestros intestinos miden aproximadamente 12 veces la longitud de nuestro torso, por un largo total de aproximadamente 9 metros. Esto permite la lenta absorción de azúcares y otros nutrientes solubles de la fruta. Por el contrario, los intestinos de un carnívoro miden sólo 3 veces la longitud de su torso. Esto es necesario para evitar la descomposición y putrefacción de la carne mientra esté transitando en el sistema digestivo del animal. Los carnívoros dependen de secreciones extremadamente ácidas para facilitar la rápida digestión y absorción de su comida natural, en su corto aparato digestivo. Aún así, la putrefacción de las proteínas y la rancidez de las grasas son evidentes en sus heces.
Glándulas mamarias. Las múltiples tetillas de los carnívoros difieren de las dos glándulas mamarias de los humanos.
Sueño. Los humanos pasan en vigilia y activos, aproximadamente dos tercios de cada ciclo de 24 horas. Los carnívoros duermen y descansan entre 18 y 20 horas al día, en ocasiones hasta más.
Tolerancia microbiana. La mayoría de los carnívoros puede digerir microbios que serían mortales para los humanos, tal como aquellos que causan botulismo.
Sudoración. Los humanos traspiramos a través de poros en la piel, repartidos por todo nuestro cuerpo. Los carnívoros sudan exclusivamente a traves de su lengua.
Visión. Nuestro sentido de visión responde a la necesidad de distinguir la fruta madura de la inmadura a distancia. Los carnívoros no tienen la capacidad de ver en el mismo espectro de colores que nosotros, su visión suele ser limitada a una menor gama de colores.
Tamaño de la porción. La fruta se presenta en la naturaleza en porciones que responden facilmente a nuestros requerimientos alimenticios. Cabe en nuestras manos y unas pocas piezas de fruta son suficientes para una comida, sin dejar desperdicios. Los carnívoros comen típicamente al su presa entera cuando la cazan.
Tomas de líquidos. Cuando necesitamos beber agua, podemos succionarla con nuestros labios pero no podemos beberla a lengüetadas. Las lenguas de los carnívoros les permite recoger agua cuando necesitan beber.
Placenta. La placenta humana es de estilo discoide, mientras que los carnívoros tienen placentas zonales.
Vitamina C. Los carnívoros producen su propia vitamina C. Para nosotros, la vitamina C es un nutriente esencial que debemos obtener de nuestros alimentos.
Masticación. Nuestra habilidad para moler nuestra comida es única entre los consumidores de plantas. Los carnívoros no tienen movimientos laterales en sus mandíbulas.
Fórmula dental. La mamalogía (estudio de los mamíferos) utiliza un sistema llamado “fórmula dental” para describir el órden de las piezas dentales en cada cuadrante de la mandíbula de un animal. Esta fórmula hace referencia al número de incisivos, caninos y molares en cada uno de los cuatro cuadrantes de la boca. Empezando desde el centro y moviéndose hacia afuera, nuestra fórmula, y la de la mayoría de antropoides, es 2/1/5. La fórmula dental para los carnívoros es 3/1/5-a-8.
Dentadura. Los molares de un carnívoro son puntiagudos y cortantes, los nuestros son planos para moler comida. Nuestros dientes caninos distan mucho de los colmillos de los carnívoros, y nuestros grandes incisivos sirven perfectamente para hacer incisiones en alimentos no muy duros, como los vegetales, mientras en los carnívoros los incisivos son de un tamaño muy reducido.
Tolerancia a la grasa. Los humanos toleramos adecuadamente solo pequeñas cantidades de grasa, mientras los carnívoros prosperan con una dieta alta en grasa.
pH de saliva y orina. La saliva y la orina de todas las criaturas vegetarianas, incluidos los humanos (sanos), es principalmente alcalina. La saliva y orina de los animales carnívoros tiene un pH ácido.
pH de la dieta. Los carnívoros basan su dieta natural en alimentos que producen residuos metabólicos ácidos, mientras que tal dieta es perjudicial para los humanos, propiciando un amplio abanico de enfermedades. Los alimentos vegetales producen residuos metabólicos alcalinos en nuestra especie.
pH del ácido estomacal. El pH del ácido clorhídrico producidos en los estómagos humanos oscila entre 3.0 y 4.0, y puede llegar a una acidez extrema de 2.0. El ácido estomacal de los carnívoros se encuentra normalmente en un pH de entre 1.0 y 2.0. Siendo la escala de pH logarítmica, esto significa que el ácido estomacal de un carnívoro es al menos 10 veces más fuerte que aquel de un humano, y puede llegar a ser 100 o hasta 1.000 veces más acido.
Uricasa. Los carnívoros secretan una enzima llamada uricasa para metabolizar el ácido úrico de la carne. Los humanos no poseemos la capacidad de secretar esa enzima y por lo tanto tenemos que neutralizar el ácido úrico utilizando nuestros minerales alcalinos, principalmente el calcio. Los cristales resultantes de urato de calcio son una de las múltiples consecuencias del consumo de carne, contribuyendo a la aparición de gota, artritis, reumatismo y bursitis.
Enzimas digestivas. Nuestras enzimas digestivas son perfectas para una eficaz digestión de la fruta. Producimos ptialina (también conocida como amilasa salivar)—que empieza el proceso digestivo de la fruta en la misma cavidad bucal. Los animales carnívoros no producen ptialina, al contrario producen enzimas para disolver las proteinas (esa es la causa de que las mordeduras de perros y gatos se infecten tan facilmente, su saliva destruye nuestros tejidos). La proporción enzimática digestivas es completamente diferente.
Metabolismo del azúcar. La glucosa y fructosa de la fruta son el combustible de nuestras células, sin que su metabolización requiera un sobreesfuerzo al páncreas (a menos que consumamos una dieta alta en grasa). Los carnívoros no metabolizan facilmente los azúcares y son susceptibles a diabetes y demás desordenes metabólicos si consumen una dieta alta en hidratos (cereales, frutas).
Flora intestinal. Los humanos tenemos colonias bacterianas de varios tipos (flora) viviendo en nuestros intestinos, que son muy diferentes de aquellas encontradas en el aparato digestivo de los animales carnívoros. Las bacterias que se encuentran en ambos intestinos, tal como los lactobacilos y e. coli, se encuentran en proporciones diferentes.
Hígado. Los carnívoros tienen hígados proporcionalmente más grandes que los humanos en comparación con el tamaño de sus cuerpos.
Limpieza. Somos la especie más "cuidadosa" cuando se trata de la limpieza de nuestro alimento. Los carnívoros son los menos quisquillosos, y consumirán tierra, insectos, materia orgánica, y lo que se encuentre a contacto con sus presas.
Apetito natural. Empezamos a producir saliva al ver y oler los productos del campo en su estado natural no procesado. Comida viva, fuente de nuestro sustento. Por el contrario, la imagen y el olor del cadaver de un animal nos suele desagradar y hasta nausear. Los carnívoros salivan al ver una presa, y reaccionan al olor de otros animales detectando en ellos su fuente de alimento.
Esta imagen seguramente nos chocará, y hasta nos repugnará. Es Louis Cole, comiendo un conejo muerto en carretera.
Hay personas que comen animales muertos que encuentran a lo largo de las carretera en su estado crudo, esto sería lo que más se acerca a la forma natural para nuestra especie de comer animales.
Siempre considerando que ni si quiera ha sido necesario cazar ni matar a la "presa" con los medios que naturalmente tenemos a nuestra disposición. Simplemente se ha "recolectado" al animal atropellado por un vehiculo, sin tener que buscarlo, perseguirlo y matarlo.
En su pagina se puede encontrar más información acerca de este tema.
https://www.facebook.com/foodforlouis
Extraído y modificado de La Dieta 80/10/10 del Dr. Douglas N. Graham
http://foodnsport.com/index.php
14 Febrero 2014
La información contenida en este sito es de libre distribución, se agradece la mención de la fuente.
Esta imagen seguramente nos chocará, y hasta nos repugnará. Es Louis Cole, comiendo un conejo muerto en carretera.
Hay personas que comen animales muertos que encuentran a lo largo de las carretera en su estado crudo, esto sería lo que más se acerca a la forma natural para nuestra especie de comer animales.
Siempre considerando que ni si quiera ha sido necesario cazar ni matar a la "presa" con los medios que naturalmente tenemos a nuestra disposición. Simplemente se ha "recolectado" al animal atropellado por un vehiculo, sin tener que buscarlo, perseguirlo y matarlo.
En su pagina se puede encontrar más información acerca de este tema.
https://www.facebook.com/foodforlouis
Extraído y modificado de La Dieta 80/10/10 del Dr. Douglas N. Graham
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14 Febrero 2014
La información contenida en este sito es de libre distribución, se agradece la mención de la fuente.