Ayer Kike y yo dimos otro de los Talleres Veganos que estamos impartiendo en los colegios. Fueron unos 35 niños de unos 9 años y sus hermanitos y hermanitas, sus mamás, papás, abuelos, abuelas, tíos, tías, primos y primas ;-)
Entre todos preparamos Galletas de Nueces y Pepitas de Chocolate, Colacao Saludable de Avellana y Nutella Casera!!! Pinchar los enlaces en naranja, los ingredientes en Estación Quimera.
Me encantan estos talleres. Suelo terminar deshidratada (si, es la palabra ;-) !) pero con las pilas a tope. No hay nada mejor que un comedor repleto de niños riendo y jugando para llenarte a tope el depósito de energía positiva. Como siempre, anímo a todo el que sea vegano y que tenga un mínimo de experiencia en la cocina (las recetas son suuuuper simples) y un mínimo de conocimientos de alimentación (que vegano no los tiene? ;-) ) que proponga este tipo de talleres en los colegios de su zona, son muy divertidos y la acogida es increiblemente positiva.
Bueno, entre las miles de situaciones y escenas dignas de recordar que se producen en cada taller, ayer viví una que me hubiera encantado filmar...
Entre todos preparamos Galletas de Nueces y Pepitas de Chocolate, Colacao Saludable de Avellana y Nutella Casera!!! Pinchar los enlaces en naranja, los ingredientes en Estación Quimera.
Me encantan estos talleres. Suelo terminar deshidratada (si, es la palabra ;-) !) pero con las pilas a tope. No hay nada mejor que un comedor repleto de niños riendo y jugando para llenarte a tope el depósito de energía positiva. Como siempre, anímo a todo el que sea vegano y que tenga un mínimo de experiencia en la cocina (las recetas son suuuuper simples) y un mínimo de conocimientos de alimentación (que vegano no los tiene? ;-) ) que proponga este tipo de talleres en los colegios de su zona, son muy divertidos y la acogida es increiblemente positiva.
Bueno, entre las miles de situaciones y escenas dignas de recordar que se producen en cada taller, ayer viví una que me hubiera encantado filmar...
Situación:
Niño en camiseta amarilla de unos 7 años que acababa de llegar después de que hubiéramos terminado de preparar las tres recetas (galletas, leche de avellanas y Nutella casera). Yo con una manga pastelera repleta de Nutella casera, repartiendo a los niños en los dedos como si fuera Papá Noël. Sí, en los dedos, para que la chuparan, fue super divertido. Después de la primera carga salvaje, los ánimos se habían calmado un poco así que en el momento en que llegó delante de mi el niño de camiseta amarilla, estabamos solo él y yo. Creo que acababan de salir las galletas del horno, y que la mayoría de niños estaban ocupados comiéndolas.
Dado que el niño de camiseta amarilla acaba de llegar le pregunto: "quieres Nutella?". Me pone una cara asqueada y me dice que no, que no le gusta (ni si quieras la había probado, obviamente).
No le digo absolutamente nada, hago como si nada hubiera pasado. En ese momento un puñado de niños se acuerda que, además de las galletas, hay Nutella (!!!) y se vuelven a acercar a mi (soy magnetica con Nutella en las manos!!!). Dedos tendidos, rodeando al niño de camiseta amarilla sin realmente hacerle caso, lo importante aquí es la Nutella.
A su alredor el niño de camiseta amarilla vee dedos y mas dedos, tendidos y ansiosos. Yo como si nada hubiera pasado, mirándole la cara que era todo un poema (uy, pero si todo el mundo está comiendo de esto!!!). Dedo, Nutella, ñam. Dedo, Nutella, ñam. Nadie decía nada acerca de su comentario de “que asco eso”... Nadie le dio importancia, nadie le dio peso. Fue un comentario que se perdió en el éter (no suele ser el caso).
Al cuarto o quinto "Dedo, Nutella, ñam", rodeado por sus compañeros que se comían tan a gusto la Nutella... adivinad lo que pasó?
El niño de camiseta amarilla tendió el dedo, sin ni si quieras pensarlo.
Fue un acto reflejo, lo más natural del mundo, como si su comentario no hubiese salido de su boca hace sólo unos instantes. Le puse un par de centimetros de Nutella encima de su dedo, y como si fuera lo más natural del mundo (que lo es!)... se zampó la Nutella. Y repitió. Varias veces ;-).
Niño en camiseta amarilla de unos 7 años que acababa de llegar después de que hubiéramos terminado de preparar las tres recetas (galletas, leche de avellanas y Nutella casera). Yo con una manga pastelera repleta de Nutella casera, repartiendo a los niños en los dedos como si fuera Papá Noël. Sí, en los dedos, para que la chuparan, fue super divertido. Después de la primera carga salvaje, los ánimos se habían calmado un poco así que en el momento en que llegó delante de mi el niño de camiseta amarilla, estabamos solo él y yo. Creo que acababan de salir las galletas del horno, y que la mayoría de niños estaban ocupados comiéndolas.
Dado que el niño de camiseta amarilla acaba de llegar le pregunto: "quieres Nutella?". Me pone una cara asqueada y me dice que no, que no le gusta (ni si quieras la había probado, obviamente).
No le digo absolutamente nada, hago como si nada hubiera pasado. En ese momento un puñado de niños se acuerda que, además de las galletas, hay Nutella (!!!) y se vuelven a acercar a mi (soy magnetica con Nutella en las manos!!!). Dedos tendidos, rodeando al niño de camiseta amarilla sin realmente hacerle caso, lo importante aquí es la Nutella.
A su alredor el niño de camiseta amarilla vee dedos y mas dedos, tendidos y ansiosos. Yo como si nada hubiera pasado, mirándole la cara que era todo un poema (uy, pero si todo el mundo está comiendo de esto!!!). Dedo, Nutella, ñam. Dedo, Nutella, ñam. Nadie decía nada acerca de su comentario de “que asco eso”... Nadie le dio importancia, nadie le dio peso. Fue un comentario que se perdió en el éter (no suele ser el caso).
Al cuarto o quinto "Dedo, Nutella, ñam", rodeado por sus compañeros que se comían tan a gusto la Nutella... adivinad lo que pasó?
El niño de camiseta amarilla tendió el dedo, sin ni si quieras pensarlo.
Fue un acto reflejo, lo más natural del mundo, como si su comentario no hubiese salido de su boca hace sólo unos instantes. Le puse un par de centimetros de Nutella encima de su dedo, y como si fuera lo más natural del mundo (que lo es!)... se zampó la Nutella. Y repitió. Varias veces ;-).
Cuando las mamás y papás me dicen que sus niños no comen verdura, que no comen fruta, lo primero que les pregunto es: "vosotros en casa coméis fruta y verdura DE VERDAD?". Los niños aprenden por imitación, principalmente de sus compañeros de comunidad (que sea colegio, equipo de deporte, clase de música o catequesis) y de su familia. Si tratamos cualquier asunto como si fuera lo más normal del mundo... ese asunto SERÁ, para ellos, lo más normal del mundo! Y comer fruta y verdura ES lo más normal del mundo.
Hay que admitir que, a pesar de estar muy rica, no es estrictamente necesario comer Nutella casera, así que lo que pasó ayer se queda como una simple y graciosa anécdota. Lo que definitivamente es necesario para la salud de todos es comer fruta y verdura.
Un consejo que puedo dar a mamás y papás de niños que no lo hacen es justo eso: EMPEZAD VOSOTROS. Y hacedlo como si fuera lo más natural del mundo. Si quitamos todo el “peso” y las obligaciones al asunto, y nos limitamos a COMER fruta y verdura (así de simple), puede que pase un tiempo pero lo más probable es que en un plazo muy breve nuestros niños empiecen a picar de la ensalada que les pongamos en el plato, que cojan ellos mismos la fruta del frutero para merendar, que pidan fruta para el desayuno...
Un consejo que puedo dar a mamás y papás de niños que no lo hacen es justo eso: EMPEZAD VOSOTROS. Y hacedlo como si fuera lo más natural del mundo. Si quitamos todo el “peso” y las obligaciones al asunto, y nos limitamos a COMER fruta y verdura (así de simple), puede que pase un tiempo pero lo más probable es que en un plazo muy breve nuestros niños empiecen a picar de la ensalada que les pongamos en el plato, que cojan ellos mismos la fruta del frutero para merendar, que pidan fruta para el desayuno...
No podemos influenciar lo que hacen sus compañeros, pero definitivamente tenemos el control total sobre lo que se come en casa. Vernos comer fruta y verdura -todos los días, en todas las comidas- y tener SIEMPRE vegetales y fruta a su disposición es un truco muy simple y muy EFICAZ para que se acostumbren a comerlas regularmente. Y es uno de los mejores regalos que podamos hacer no solo a hijos e hijas... sino también a nosotros mismos. :-)
Laura
Laura