La primera vez que preparé esta leche, por pura casualidad como de costumbre, me sorprendió su sabor avainillado... ya que no lleva nada de vainilla! Por su simplicidad y por su sabor delicioso (definitivamente por su sabor delicioso!), se ha convertido desde ese primer trago en una de mis recetas preferidas.
Posiblemente a algunos no les sabrá a vainilla, pero estoy segura de que otros compartirán mi impresión, especialmente los que tengan paladares más acostumbrados a los sabores naturales. Y si a alguien no le sabe a vainilla, espero que la disfruten igualmente ya que sigue siendo una deliciosa y nutritiva leche vegetal, perfecta para aumentar el consumo de fruta de los niños :-)
Posiblemente a algunos no les sabrá a vainilla, pero estoy segura de que otros compartirán mi impresión, especialmente los que tengan paladares más acostumbrados a los sabores naturales. Y si a alguien no le sabe a vainilla, espero que la disfruten igualmente ya que sigue siendo una deliciosa y nutritiva leche vegetal, perfecta para aumentar el consumo de fruta de los niños :-)
Ingredientes
- Un litro de leche de avena de brick ecológica (en mi experiencia no funciona con ningún otro tipo de leche)
- 4-5 platanos maduros
Preparación
Verter parte de la leche de avena en el vaso de una batidora o en un recipiente adecuado si se usa batidora de mano. Añadir los plátanos troceados y procesar rápidamente hasta haberlos disueltos completamente. Agregar el resto de la leche de avena y ya tenemos nuestra "leche de vainilla con truco"!
Esta receta se puede versionar muy fácilmente añadiendo más plátanos para obtener un rico batido que seguirá teniendo un toque a vainilla. En verano se pueden utilizar plátanos congelados y en ese caso se obtendrá un fresco smoothie o, si se aumentan las cantidades, una deliciosa crema de helado avainillado.
Es importante preparar esta leche con plátanos maduros, los que tienen la piel de un amarillo intenso y puntitos marrones, ya que en ese momento contendrán el máximo de nutrientes y el almidón se habrá convertido en azucares simples, otorgando el suficiente dulzor a la leche sin que se haga necesario añadir endulzantes.
Si se quiere (aunque prometo que no hace falta) se puede incrementar su dulzor añadiendo dátiles remojados o sirope de agave, yacon o arce, aunque el sabor del batido en ese caso cambiará y se perderá el sorprendente aroma de vainilla.
Laura
Verter parte de la leche de avena en el vaso de una batidora o en un recipiente adecuado si se usa batidora de mano. Añadir los plátanos troceados y procesar rápidamente hasta haberlos disueltos completamente. Agregar el resto de la leche de avena y ya tenemos nuestra "leche de vainilla con truco"!
Esta receta se puede versionar muy fácilmente añadiendo más plátanos para obtener un rico batido que seguirá teniendo un toque a vainilla. En verano se pueden utilizar plátanos congelados y en ese caso se obtendrá un fresco smoothie o, si se aumentan las cantidades, una deliciosa crema de helado avainillado.
Es importante preparar esta leche con plátanos maduros, los que tienen la piel de un amarillo intenso y puntitos marrones, ya que en ese momento contendrán el máximo de nutrientes y el almidón se habrá convertido en azucares simples, otorgando el suficiente dulzor a la leche sin que se haga necesario añadir endulzantes.
Si se quiere (aunque prometo que no hace falta) se puede incrementar su dulzor añadiendo dátiles remojados o sirope de agave, yacon o arce, aunque el sabor del batido en ese caso cambiará y se perderá el sorprendente aroma de vainilla.
Laura