Hay que recordar que el "azucar" es indispensable para nuestra vida. No podemos vivir sin él, es lo que permite nuestras funciones celulares, es lo que nos brinda la energía para desarrollar toda función corporal, es la unica fuente de energía de nuestro cerebro.
Es tan importante el rol del "azúcar" en nuestra supervivencia, que le hemos reservado el mejor lugar entre las papilas gustativas de nuestra lengua: de hecho, el primer sabor que captamos, comamos lo que comamos, es el dulce. La mayoría de las papilas gustativas justo al principio de nuestra lengua, estan adaptadas para reconocer el sabor dulce de los alimentos indispensables para nuestra vida: el que contienen azucares.
De donde viene el azúcar de mesa? El azúcar se extrae de la remolacha o de la caña de azucar. Es el "jugo" concentrado de esos vegetales que, si comidos en su forma natural, traerían consigo fibra (muuuucha fibra), agua biológica y varios minerales, vitaminas y sobre todo enzimas que apoyarían una digestión correcta de todos los nutrientes.
Pero no nos confundamos. Aunque el azúcar blanco sea un derivado de unos vegetales, éste es un producto industrial altamente procesado, ya que para su obtención se somete a varios procesos no solo de extracción, sino de purificación, blanqueado, y un largo etcétera. El producto que se consigue de ese proceso es un polvo blanco compuesto únicamente de glucosa y fructosa, al que les han sido eliminados los demás nutrientes naturales.
Aún así, los tiempos de reacción de nuestro cuerpo a la ingesta de algo artificial y concentrado como el azúcar -absorbido muy rápidamente ya que falta la acción reguladorra de la fibra- y que provoca un aumento tan rápido de hidratos en la sangre, no pueden acoplarse perfectamente a nuestras necesidades fisiológicas. El páncreas necesitará un tiempo para llegar a producir la cantidad suficiente de insulina, y una vez "en marcha", la producción disminuirá también de forma paulatina. Eso significa que en algun momento habrá una descompensación entre la cantidad de hidratos en la sangre y la cantidad de insulina producida ya que el páncreas no habrá tenido el tiempo suficiente para producir insulina necesaria, o para parar la producción de esa hormona.
Este fenómeno es la causa de la hiperactividad cuando se consume demasiado azúcar, y de los bajones que les siguen, ya que habrá momentos en los que en nuestra sangre estarán presente hidratos en exceso, y momentos en los que habrá insulina en la sangre sin hidratos para transportar, lo que provocará una sensación de deficiencia, con la consecuencia de la aparición de antojos y ganas de comer más, acompañados por bajones energéticos.
Conociendo este mecanismo, no es sorprendente descubrir que en los paises "desarrollados", en los que las comidas son principalmente industriales y procesadas, se esté dando una "epidemia" de enfermedades como la diabetes.
Para hacer esto, nuestro organismo movilizará minerales alcalinos de sus reservas, principalmente calcio del esqueleto y de los dientes. Cuando se habla de "ladrones de calcio" uno de los productos principales que causan una pérdida importante de este mineral es justo el azucar blanco: evitando su consmo se evitará debilitar nuestros huesos.
Stevia. La Stevia es una planta originaria de America central que se está comercializando en todo el mundo justo gracias a sus propiedades endulzantes (entre muchas otras). La stevia, la de verdad, es la que viene en hoja, fresca o seca, entera o desmenuzada. Todo el resto que se vende como stevia no lo es, esos tambén son productos industriales procesados que de stevia tienen bien poca.
Fruta seca. Dependiendo el uso que les querramos dar, la fruta seca es un óptimo sustituto para el azúcar. Con ella podemos endulzar postres mezclandola en la masa, tes y tisanas, hasta podemos obtener un jarabe líquido batiendola con agua.
Azúcar moreno, siropes o jarabes. El azúcar moreno de verdad (mascabado o demerara), la panela o el jaggery, así como los siropes de agave, yacon y arce, son sustitutos más saludables que el azúcar blanco, simplemente porque no han sido procesados tanto como éste, aunque siempre habría que recordar que siguen siendo endulzantes concentrados.
Habría que evitar, junto con el azúcar blanco refinado, todos esos endulzantes nacidos de los laboratorios de la industria alimentaria, así como los productos industriales procesados que incluyen azúcar blanco, aunque nos soprenda que lo contengan.
Laura